En momentos en que las crisis de valores están en todos los ámbitos de la vida social y laboral, nos
llena de satisfacción, profesionales como el Dr. Romero, que se comprometen con su labor, dando el
todo por el todo, nos muestan que existe una luz al final de este oscuro camino.
Nos dijo:
El día a día :
“Cada día representa un desafío a nuestras capacidades,
a pesar de nuestras debilidades, damos todo: nuestra salud, tiempo y
vida en favor de la recuperación de cada uno de nuestros Pacientes”
Lo más importante es ver al paciente recuperarse
de esa enfermedad que amenazaba con quitarle la vida.
La mayor satisfacción:
-En nuestro trabajo, no existe un precio, sólo una sonrisa, un
apretón de manos, es lo que realmente nos llena y da satisfacción
a nuestros múltiples esfuerzos en todas esas noches de adversidades.
No somos Dios:
A veces tenemos pacientes en situaciones tan graves que nos llenamos de cálculo,
porcentajes y malos prónosticos, les decimos incluso los meses o días que les
queda de vida, no sabiendo que Dios es el que tiene la última palabra
es cierto… Donde termina el hombre… comienza Dios!!!
Lo único que puedo decir es -Gracias Dios!! por permitirme compartir la vida,
con un ser de gran corazón.
Me gusto… que siga adelante Dios con sus planes, cuando actuamos desde el corazon, nuestro planes siempre coinciden con los de Dios. Muchas Bendiciones.
Gracias señorita,,,
Dios te siga iluminado ,,,,,